En muchos lugares, la utilización de alfombras o moquetas como recubrimiento de los pisos, es bastante común, ya que en un sentido estético terminan siendo una posibilidad bastante llamativa y a veces bastante económica. También su mantenimiento es relativamente fácil mientras no tengas niños en casa o haya peligro de que caigan cosas que manchan. Es un poco tedioso el tener que estar cuidando tanto este tipo de alfombras pero terminan siendo bastantes acogedoras una vez te acostumbras a ellas, eso si, cuándo alguna mancha logre penetrar la pureza de esta, tendrás que recurrir a la única salida que tienes: cambiarla. Muchas veces se utilizan pequeñas alfombras para complementar un espacio y hacerlo digno de mención pero otras veces terminas colocándolo como protagonistas y terminas alfombrando todo el piso. En caso de que necesites cambiarlas, aquí te dejamos algunos consejos para lograrlo y no morir en el intento:
1-Materiales: Si es primera vez que vas a hacer esto y sobre todo quieres conocer de este tema tendrás que acercarte a los lugares donde vendan moquetas; allí encontraras dos tipos de alfombras, en general, que son: las naturales o las sintéticas. En este caso será de tu elección y de tu preferencia quedarte con una o con otra, lo bueno aquí es que tienes una gran cantidad de colores y dibujos para seleccionar.
2-Espacio: Debes conocer el espacio donde será colocada, sobre todo debes saber las medidas y cuando ya tengas todo listo, tener en cuenta que mientras menos cosas interfieran en su colocación, mejor será la experiencia. Por lo tanto, saca todo aquello que estorbe y simplemente coloca tu alfombra.
3-Pegamento: Si en tu caso vas a utilizar este tipo de materiales, busca el que esté compuesto de menor cantidad de químicos tóxicos para el ambiente ya que una vez coloques el pegamento y cuidadosamente cubras este con la moqueta, debe permanecer 24 horas sin que nadie pase sobre ella, para que el pegamento haga su trabajo y se compacte sin ningún problema.
4-Mantenimiento: Para evitar tener que cambiar constantemente la moqueta, su mantenimiento es de las cosas más importantes, debes aspirarla por lo menos dos veces por semana para evitar la acumulación excesiva de polvo y sucio, además de utilizar sustancias especiales para la limpieza de este material. Si puedes, al menos una vez al año debes llevarla a lugares donde hagan limpiezas mucho más profundas para así poder eliminar todo el residuo que tu no puedes quitarl